lunes, 27 de agosto de 2012

Subir a las nubes

Abro un ojo cuando apenas esta saliendo el sol, sigo con el horario algo girado. Resto un tiempito tendida en la cama para pararme a mirar los dias vividos, son muchas las cosas qeu acontecen y poco el tiempo que me dispongo a descansarlas y reposarlas aqui en la gran ciudad. Todo corre muy deprisa y muchas son las cosas qeu captan mi atencion en esos movimientos constantes.

hoy contacto con la naturaleza, voy a subir a las nubes con Carlos, un amigo colombiano de otro viaje por latinoamerica, y vamos a visualizar la ciudad desde lo mas alto.

Tras cargas pilas en un buen desayuno empezamos la caminata, apenas empezando la loma, sin haber transcurrido 10 minutos de ascenso, creia no poder avanzar. Mi respiracion estaba agitada, mi cabeza y oidos me pitaban, el corazon palpitaba bien duro, y mi piel empezaba a erupcionar y a abultarse ...sentia mi cuerpo gritar a desgarro. Mi cabeza no podia creer lo que sucedia y esta trataba de no escuchar esos gritos nublada por la decision de llegar a la cima.
Tardé un tiempo en escuchar pero me di cuenta que debia parar a respirarme y de a poco fui recuperando mi aliento y la calme en mi cuerpo, y asi pude acercarme a las nubes.

Entonces empezó a lloviznear, eso significaba estar llegando a los 4400 m, y allí pude disfrutar de esas vistas de pájaro, pudiendo divisar esa enorme y agetreada ciudad llamada Bogotá.

En la bajada hubo mas espacio para ocupar el aliento en el compartir vivencias y setires con Carlos, aunque esta vez lo que perturbó la calma fueron peqqueños y no tan pequeños grupos de bandalos que subian armados con puñales para intimidar y sacar sus posesiones a los turistas. A nosotros nos salvó el hablar "callejero" de Carlos que les alejo de sus intenciones. Curioso fue el cruzarnos con varios policias y uno de ellos decirnos que marcharamos rápido porque venian a atracarnos. Bien curiosa la labor de esta gente de advertirte de que te llega el peligro y marchar sin más. Si , si , bien curioso laborar sosteniendo un arma todo el tiempo y con la mirada en el infinito...

Un jugo de Guanabana me esperaba en la casa para reposar las alturas, mmm...

No hay comentarios:

Publicar un comentario